Con proyectos interdisciplinarios UV une a diferentes generaciones en cursos de capacitación
Los beneficiados son adultos mayores, jóvenes y párvulos de la ciudad de Quillota.
El 2035 habrá más adultos mayores que menores de 14 años, según el último informe de la Cepal. Chile es un país que está progresivamente envejeciendo y los adultos mayores jugarán un rol cada vez más importante en la sociedad.
En este contexto, recientemente, las carreras de Nutrición y Dietética, Educación Parvularia e Ingeniería Comercial finalizaron dos proyectos intergeneracionales, en virtud de un convenio marco de colaboración entre el municipio de Quillota y la Universidad de Valparaíso, que ha permitido desarrollar diversos programas e intervenciones de impacto social en la comuna.
El objetivo de las iniciativas fue tanto promover estilos de vida saludable como también proporcionar herramientas digitales y contenidos sobre administración y gestión de modelos de negocios, que permitirán a las personas de la tercera edad contar con mayores habilidades para desarrollar sus respectivos oficios y emprendimientos. Ambas iniciativas generaron espacios de encuentro entre los adultos mayores y generaciones más jóvenes.
El proyecto “Uniendo generaciones para una vida saludable”, del Fondo de Desarrollo Institucional de Emprendimiento Estudiantil (FDI), que depende del Ministerio de Educación, financió a estudiantes de Nutrición y Dietética y de Educación Parvularia que buscaron generar instancias de encuentro entre adultos mayores y niños y niñas pertenecientes a los nueve jardines infantiles de Quillota. La iniciativa se llevó a cabo en Centro Agroecológico El Vergel, dependiente de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio de la Universidad de Valparaíso.
Tal como lo explicó la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, Marcela Alviña, “los encuentros promovieron estilos de vida saludable en ambas generaciones, al mismo tiempo que ponen en valor la primera infancia como parte fundamental del desarrollo humano y a los adultos mayores como auténticos maestros de vida tanto para los más pequeños como para nosotros. Aquí tenemos un resultado concreto de la interacción de dos escuelas de nuestra universidad. El proyecto buscaba la interdisciplinaridad y a su aporte fue bidireccional, ya que aportó tanto a la comunidad como al propio estudiante. Estamos muy contentos por la experiencia y agradecidos de encontrar este espacio de interacción que, como dije, beneficia a todos los que estamos participando”.
La profesora Alviña agregó que “se está juntando a dos grupos vulnerables, se está reuniendo a los escolares con los adultos mayores, el proyecto era muy bonito, en el sentido de que la experiencia de los adultos mayores favorecía el aprendizaje de los niños, con todo lo que un niño pueda aportar, en su calidad de juego, lo lúdico, la inocencia, etcétera. Y todo esto en torno a la educación y la nutrición”.
Entre las estudiantes que participaron en el proyecto, María José Soto, de la carrera de Nutrición y Dietética, explicó detalles del proyecto: “Consistió en unir a dos generaciones que estaban un poco apartadas, por el mismo sesgo social que se hace tanto a los niños de primera infancia como a los adultos mayores en nuestro país. Y tratamos que fuera un programa que entrelazara los conocimientos tanto de los niños como de los adultos mayores”.
Su compañera de Educación Parvularia Nélida Junco opinó: “Fue una experiencia inolvidable, abrió un nuevo espacio para que esas voces que no se estaban escuchando, como la de los niños y la de los adultos mayores, volvieran a tomar fuerzas y se fueran visibilizando ante la comunidad de Quillota. Estas redes de apoyo se han fortalecido”.
En el segundo proyecto, académicos y estudiantes de las carreras de Ingeniería Comercial y también Nutrición y Dietética trabajaron en equipo e impartieron cursos para la tercera edad en educación financiera, marketing digital y repostería saludable, en el marco del programa de promoción de salud Servigente de Quillota.
Sergio Espinoza, técnico que participó en el curso de Educación Financiera, valoró la iniciativa y destacó “puedo decir muchas cosas buenas de este curso, pero lo que más disfruté fue la integración, ya que no se hizo una separación de lo que significa ser adulto mayor y ser joven”.
Asimismo, Rudi Bórquez, emprendedora del rubro de la alimentación, quien prepara colaciones diarias y asistió al curso de repostería saludable, dijo que “el hecho de contar con un nuevo plus para mi cocina, en el sentido de incorporar recetas para diabéticos y celiacos, que nos enseñaron las niñas, nos ha servido mucho, porque por ejemplo ahora mis clientes diabéticos podrán probar mis ricos panes de pascua hechos especialmente para ellos y celiacos. Este curso me ha permitido ampliar la clientela y mi servicio, lo que es ideal para mí”.
Finalmente, el director de Vinculos Institucionales de la UV, Alejandro Rodríguez, señaló que “con la ciudad de Quillota hay una larga relación. La municipalidad tiene un compromiso de levantar los problemas y generar oportunidades para que nuestros estudiantes puedan trabajar en ello. En ese contexto, en Quillota hemos estado trabajando en varios frentes, por ejemplo en el Centro Agroecológico El Vergel, también participamos en este proyecto Servigente, además la Escuela de Arquitectura lleva adelante propuestas para el desarrollo urbano de la comuna y también para asegurar el uso del antiguo hospital de Quillota, que va a transformarse en un centro de atención integral para el adulto mayor”.
En sendas ceremonias de cierre de proyectos, los participantes de los cursos recibieron su certificación de manos de autoridades comunales y universitarias.
FUENTE: Prensa UV.
Publicado viernes 28 de diciembre de 2018.