Proyecto colaborativo de embellecimiento urbano liderado por Académica de Ingeniería Comercial transforma el espacio público
En respuesta a la necesidad de revitalizar los espacios urbanos en la comunidad de Viña del Mar, el egresado de Ingeniería Comercial, Diego Huerta, en colaboración con la académica Leslie Bridshaw, estudiantes, vecinos y organismos municipales, ha dado vida a un asombroso mural que se ubica en la calle 7 norte y otorga un carácter distintivo al vecindario que rodea la sede universitaria.
Este proyecto, enmarcado en el programa "InnovArte UV", surge como parte del "Proyecto de Emprendimiento e Innovación UV". La iniciativa no solamente aborda la cuestión de embellecer y revitalizar espacios urbanos, sino también, la preservación ante los actos vandálicos de grafiti que afectan la ciudad.
El liderazgo proactivo y visionario de la académica Leslie Bridshaw, perteneciente a la Escuela de Ingeniería Comercial, ha sido fundamental para llevar adelante este proyecto. En sintonía con los valores de la universidad, esta iniciativa se erige como un símbolo de colaboración y compromiso comunitario.
El mural, se ha gestado a través de un proceso de análisis en conjunto con la comunidad y en consideración con el espacio a intervenir. El diseño se ha forjado para ser inclusivo y armonioso, tomando en cuenta las diversas personas que transitan por la zona, desde familias que pasean a sus mascotas hasta respetados miembros de la tercera edad. El objetivo principal ha sido fomentar la conexión y un sentido de pertenencia universal. La obra logra una integración perfecta con su entorno, provocando un impacto visual positivo y estimulando la cohesión social.
La ejecución exitosa de este mural pionero abre las puertas a futuras colaboraciones. Este es un recordatorio tangible de cómo el arte puede actuar como un catalizador para el diálogo intergeneracional y la cohesión comunitaria.
Diego Huerta, creador del diseño, expresó: "Nuestro mural ha sido meticulosamente planeado, concebido y presentado después de un profundo análisis con la comunidad y el espacio que iba a ser transformado. Desde las familias que disfrutan de sus paseos hasta los individuos de edad avanzada, todos fueron considerados en nuestro diseño. Queríamos un mural que irradiara armonía y aceptación universal, evitando cualquier elemento que pudiera generar discordia. El resultado es una obra que no solo es un deleite visual, sino también un testimonio de la unión entre el arte y la comunidad circundante".
Este proyecto es un ejemplo elocuente de cómo la colaboración puede dar forma a un cambio tangible y hermoso en el entorno urbano.