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El nuevo director de Escuela de Ingeniería Comercial espera consolidar la gestión de pre y postgrado.

Potenciar el crecimiento académico de la escuela y afrontar el futuro con programas de postgrado -magíster, MBA y doctorado- acreditados son algunos de los desafíos del nuevo director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad de Valparaíso, Galo Herrera, quien obtuvo un ochenta por ciento de apoyo de la comunidad académica en la elección realizada en enero pasado.

La idea del directivo es consolidar los próximos cincuenta años de la escuela de acuerdo a su tradición histórica y fortalecer el proyecto junto a los nuevos desafíos que enfrenta la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas con el levantamiento de un doctorado acreditado, donde la escuela participará en el proceso de desarrollo.

Luego de asumir la dirección de la Escuela, Galo Herrera reconoce la emoción y desafíos que debe enfrentar al volver nuevamente a esa unidad, donde fue alumno, ayudante, dirigente y directivo, luego de cinco años como director del campus Santiago: “Estamos en un buen pie para tomar un desarrollo mucho más vigoroso y acorde a las políticas nacionales y lo que el mercado hoy necesita”, expresó.

Respecto a la gestión de un plan estratégico, Herrera señala que comienza una nueva etapa con la autoevaluación institucional y de la unidad académica, lo que implica implementar nuevos planes de desarrollo para el futuro.

Para el profesor Herrera, “el desafío de estos nuevos equipos tiene que ver con cómo nosotros miramos el desarrollo con la articulación de pre y postgrado y lo que la Facultad pueda hacer en el desarrollo de los doctorados, además de la vinculación con el medio donde nosotros tenemos una ventaja regional y nacional, junto con el desarrollo notable en el trabajo de las pymes, atención a las microempresas y la gestión estratégica, todo alineado con las ciencias básicas y las tecnologías de la información”.

La experiencia en el Campus Santiago

Cuando asumió como director del Campus Santiago, tenía 30 años, pero no fue impedimento para aprender los procesos de desarrollo y comprender la complejidad de la Región Metropolitana y la capital del país.

Así, esa experiencia le permitió crecer profesionalmente como directivo y persona. “Allí aprendí a entender los procesos complejos que se dan entre la sociedad, la universidad, la empresa y el Estado, y eso es algo que hoy pongo al servicio de la Escuela de Ingeniería Comercial”, explica.

Sobre el balance desu periodo señala que “siento que cumplí una misión importante, porque en estos cinco años el Campus Santiago ha alcanzado un gran desarrollo. Normalizamos no solo la infraestructura, no solo generamos innovación en tecnología, sino que generamos una comunidad universitaria, una comunidad que es capaz de entenderse, que es capaz de autorregularse, que es capaz, por sobre toda las cosas, de quererse”.

“Lo que generamos en el Campus Santiago sin duda fue una comunidad madura que ve el futuro de manera propositiva y positiva, que es parte del entorno de la Región Metropolitana, que es un lugar donde no solo se va hacer clases, sino que vivimos la universidad como parte del desarrollo local”, finaliza.

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